Conxita Simarro inicia su diario a los diez años en Matadepera, Barcelona, la caída de Cataluña durante la Guerra Civil la obliga a ella y su familia a exiliarse en Francia y en 1947 embarcan en Marsella rumbo a México. La llegada de Conxita al puerto de Veracruz supone el comienzo de su nueva vida, de la cual, su diario deja testimonio escrito hasta septiembre de 1944. En el, los acontecimientos históricos se relatan entretejidos en las historias y lugares donde se desenvuelve la vida cotidiana de Conxita. Como en una película, la protagonista contempla los hechos a través de su mirada atenta, inteligente y perspicaz.