Florencia Roulet sitúa diferentes circunstancias en las que mujeres indígenas cruzaban la frontera pampeana durante el siglo XVIII. Se abordan tanto los tránsitos voluntarios como los cruces coercitivos, enmarcados en situaciones de conflicto como las corredurías o los malones. Además, se presentan las distintas condiciones que adquirían estas mujeres dentro de la sociedad hispanocriolla como rehenes, neófitas en las misiones, repartidas en depósitos o confinadas a espacios de reclusión. Se destacan los márgenes de acción de algunas mujeres como embajadoras y emisarias que negociaron distintos tratados de paz, como productoras de artículos destinados al mercado colonial, como intérpretes e informantes y huyendo de las situaciones de reclusión.