El paso femenino respecto a las leyes y normas de la Nueva España era sumiso, dependiente y reducido. La mujer debía siempre estar protegida por un hombre, se quedaba en casa a realizar labores domésticas, debía ser obediente, casta y aceptar a su esposo, incluso la violencia, era aceptada mientras fuera discreta. En esta charla se abordan las ambigüedades del trabajo femenino, marcando una fuerte confusión entre lo público y lo privado de las actividades realizadas por mujeres. Ponencia impartida el 23 de octubre de 2012 en el marco del Coloquio internacional “Las mujeres en la Nueva España”